Cincuenta años después, el principal logro de la nación panameña se ha derivado del proceso de cambios que se inició el once de octubre de 1968, punto fronterizo entre la patria sometida y mediatizada, y la nacional e independiente que surge con el rescate de nuestra plena soberanía sobre el territorio nacional.

Resultado de la descomposición a que fue sometida nuestra sociedad por el elevado nivel de corrupción de los gobiernos de esos años, el once de octubre de 1968, abrió camino al desarrollo del país, amplió el mercado nacional y evitó que la crisis sociopolítica que vivíamos a finales de la década del sesenta del siglo pasado desembocara en las guerras que sufrieron países vecinos.
Un golpe de Estado como ese fue resultado, no causa. Fue un régimen de facto, sí lo fue, provocado, pero que gracias a la visión nacionalista de líderes como el general Omar Torrijos aportó al país prosperidad, desarrollo y abrió camino a la participación de miles de panameños antes marginados de las distintas actividades económicas.

El compromiso con la democracia adquirido por el PRD desde su fundación en 1979 es inquebrantable, y por lo mismo nos preocupa que muchas de las condiciones que propiciaron el golpe de 1968, hayan vuelto hoy al escenario político panameño.
A cincuenta años de la irrupción de los militares en la vida política nacional, la sociedad panameña mira hoy con preocupación el despilfarro, el latrocinio y la corrupción que ha reinado la ultima década en la administración del estado.

De 10 mil 693 millones en que estaba la deuda publica en 2009, en 2018 supera los 24 mil millones de dólares. La ciudadanía ignora el destino de los excedentes del Canal, y aun cuando los últimos diez años hemos visto los presupuestos oficiales más grande de nuestra historia, es evidente la asimetría entre gastos y realizaciones.

Fueron realidades como esa, la burla a la palabra ciudadana, irregularidades en la administración de justicia, el sometimiento de nuestra política exterior, la falsa batalla contra la pobreza y la falsedad en la palabra oficial, lo que sembró la desesperación y el disgusto entre la sociedad panameña.

Nada correcto resulta hoy la judicialización de la política y la ejecución de formas administrativas que siembran dudas sobre los estamentos encargados de aplicar la justicia; que los que ayer hablaban de endeudamiento nacional sean los que hoy hayan elevado a cifras descomunales la deuda pública, pese a que el país cuenta ahora con mucho mas recursos que aquellos con los
que trabajó el Proceso.

En este cincuenta aniversario, en un marco plenamente democrático, el PRD se compromete a retomar los cambios que signifiquen pagar la enorme deuda social que se tiene con el pueblo panameño.

Vamos a ganar las elecciones de mayo de 2019 para darle salida a la gran crisis en la que se encuentra la educación. Desde octubre de 1979 cuando fue derogada la Reforma Educativa. Vamos a ganar las elecciones de mayo de 2019 para encarar las tareas del sector salud, para devolverle a la nación los altos niveles sanitarios que alcanzó en los años setenta, para poner a
funcionar el sistema de salud con eficiencia, los hospitales, unidades y centros de salud, y sobre todo atender el desgreño en que ha sido sumida la Caja de Seguro Social.

Vamos a ganar las elecciones de mayo de 2019 para que los proveedores no sigan siendo víctimas de la irresponsabilidad que ha convertido al Estado en el peor de los clientes.

Para que nuestros productores recuperen su espacio y su esfuerzo sea debidamente recompensado garantizando la soberanía alimentaria. Para que Panamá vuelva a tener personalidad propia en el concurso de las naciones y que no limite su protagonismo.
Ese es el mejor homenaje que el Partido Revolucionario Democrático puede darle al general Omar Torrijos y a la generación de figuras prominentes que lo acompañó., nuestro saludo respetuoso, nuestro agradecimiento y el compromiso de reorientar al país por el sendero del desarrollo económico y social con equidad y la participación de todos los sectores de nuestra sociedad en el progreso social.

Comité Ejecutivo Nacional
Partido Revolucionario Democrático

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